Las Escuelas Pías de México se han llenado de júbilo y alegría por la ordenación sacerdotal del diácono Nabor Reyes Irineo de la Inmaculada Concepción realizada el viernes 14 de junio.

Él es oriundo de Xalapa, la capital del estado de Veracruz, razón por la cual su ordenación sacerdotal se llevó a cabo en la Iglesia Catedral de la Arquidiócesis de Xalapa.

Ha sido una celebración muy bella y fue presidia por Monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, Arzobispo de Xalapa. Estuvieron presentes sus padres Aquilino Reyes y Cecilia Irineo, así como sus hermanos Aquilino y Mónica, además de tíos, abuelos y demás familiares.

La eucaristía fue concelebrada por el P. Sergio Fernando Hernández Avilés, Superior Provincial y el P. Marco Antonio Véliz Cortés. Estuvieron presentes el P. Jesús Álvarez Ferat, Rector de comunidad, así como el P. José Guadalupe Álvarez Martínez quien también forma parte de la comunidad Sagrada Familia en Veracruz.

Además, estuvieron presentes algunos hermanos sacerdotes religiosos escolapios y sacerdotes del clero diocesano, algunos juniores y novicios, así como nuestros chicos de Hogares Calasanz de Puebla, Veracruz y Ciudad de México.

La homilía ha sido un mensaje precioso que seguramente el P. Nabor guardará en su corazón. Monseñor Carlos Patrón, le ha invitado a vivir el ministerio sacerdotal desde el servicio.

Al día siguiente, sábado 15 de junio, el P. Nabor celebró su primera misa la cual se llevó a cabo en el mismo templo de la Catedral en Xalapa a las 8:30 de la mañana.

Le acompañaron concelebrando, el P. Provincial Sergio Fernando y el P. Rector de comunidad Jesús Álvarez, así como algunos hermanos sacerdotes religiosos. Le asistió el diácono escolapio Ángel Díaz Rosas.

Su familia estuvo presente y al inicio de la Eucaristía entregó el paño con el que secó sus manos después de haber sido ungido con el santo crisma en su ordenación, a Cecilia Irineo su madre. Y a su papá le entregó la estola con la que realizó sus primeras confesiones. Un detalle muy especial para sus padres y conmovedor para los presentes, familia y amigos.

La liturgia y los cantos fueron muy solemnes, propios de una Iglesia Catedral.

El P. Nabor se mostró muy contento, alegre y sobre todo agradecido, por el don que ha recibido y compartió en su homilía la importancia de la familia, nunca olvidar la presencia de Dios en la vida y lo fundamental de pedir a María, al igual que Calasanz, su protección y guía para ir al encuentro de Cristo.

Encomendamos a Dios, la Virgen María y a nuestro Santo Fundador José de Calasanz, el ministerio de nuestro hermano.

 

Comunicación de las Escuelas Pías de México